El Pentágono confirma las sanciones leves a 16 militares por la muerte de 42 personas
El general Joseph L. Votel, responsable de operaciones en Oriente Próximo, negó, en una rueda de prensa en el Pentágono, que el bombardeo fuera un crimen de guerra porque “no fue deliberado” aunque admitió que algunos militares incumplieron la “ley de conflicto armado”
or esos motivos, el Pentágono no ha presentado cargos judiciales contra los responsables del incidente pero ha impuesto, como se avanzó el jueves, sanciones leves a 16 militares. En paralelo, EE UU ha indemnizado a las familias de los fallecidos y contribuirá a la reconstrucción del hospital.
Tras el bombardeo, la presidenta de MSF, Joanne Liu, lo
describió como un “ataque” a las Convenciones de Ginebra. “Estas
convenciones fueron establecidas para proteger a civiles en conflictos,
incluyendo pacientes, trabajadores médicos e instalaciones”, dijo. La
organización consideró que, si se demostrara que fue “premeditado”, el
ataque sería un crimen de guerra.
El Tribunal Penal Internacional describe
un crimen de guerra como una violación “grave” de las Convenciones de
Ginebra y otras leyes sobre conflictos armados que se comete como parte
de una estrategia “a gran escala”, lo que incluye ataques “dirigidos
intencionalmente” a hospitales.
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